Cuando la diseñadora brasileña Ana María Queiroga y su esposo compraron esta casa en Sao Paulo, sabían que necesitaría de mucha renovación para conseguir la casa de sus sueños, sin embargo, también sabían que estaba llena de potencial. Con paciencia, tiempo y dinero fueron transformando los 220 m2 en un lugar bastante acogedor, moderno y colorido, pero también con mucho carácter e influencias latinas. Cada cuarto en esta casa está lleno de inspiración y buenas ideas para tomar prestados. Por ejemplo, haber descubierto la pared de la sala para revelar los ladrillos de hace sesenta años, mezclar atinadamente sillas diferentes en el comedor, colocar un gran espejo en el dormitorio o pintar de morado una de las paredes en el jardín. Si tuviera que elegir un cuarto favorito me las vería en serios aprietos, pues me encantan todos. ¿Tú cuál escogerías?
When Brazilian designer Ana Maria Queiroga and husband bought their Sao Paulo home, they new it would mean serious work and TLC, yet they also new if had lots of potential. Armed with patience, time and money, they slowly but surely transformed the 2,368 sq ft house into a warm, modern, colorful and very inviting place, full of character and latin influence. Each room is very inspiring and has excellent ideas to borrow. For instance, discovering the 60 year old brick wall in the living room, mixing different chairs in the dining room, placing a huge mirror in the master bedroom, or painting the garden wall bright purple. I don’t think I could be able to choose a favorite room in the house, I love them all. Could you?
imágenes: casa abril
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