Cuando reformamos una casa vieja, nos enfrentamos al reto de rescatar su esencia, trayéndola al presente con un estilo renovado. La casa que hoy les traigo es un claro ejemplo de ello. Construida en los años 70, esta vivienda presentaba además otro desafío: sus espacios largos y angostos, típicos de las pequeñas casas londinenses (¿recuerdan aquella de los 101 dálmatas?). Sus dueños querían precisamente tomar inspiración de los setenta pero sin llevarlo a los interiores de manera literal, sino más bien conseguir un espacio lleno de estilo y actual… para lo cual acudieron a LLI Design ¡y a mí me parece que lo consiguieron de manera increíble! Los espacios resultan modernos, con cierto toque industrial, y sobretodo, cada centímetro está aprovechado al máximo. Mucha inspiración para este ombligo de semana. Espero les guste.
When we redo an old house, we face the challenge of capturing its esence, bringing it to the present. Today’s home is the perfect example of achieving so. Built in the 1970’s, this London townhouse added another challenge: its long and narrow spaces (remember the one from 101 Dalmatians?). Its owners wanted to embrace the seventies feel, rather than try to ignore it, but in a modern, nothing cliché kind of way. So they turned to LLI Design for the job, and I must say, I think they nailed it! The spaces are modern, and have that amazing industrial touch. Best thing is, they made every inch count: it all feels so open. It’s the perfect inspiration for a cloudy Wednesday, I say. Enjoy!
¿Qué les parece? A mí me encantan las paredes de ladrillo blanco, y los toques industriales, especialmente en esta oficinita. Y también me gusta mucho la recámara, y la manera en que acomodaron el baño. ¿Y a ustedes?
I love the white brick walls, and the industrial touches, especially in this lovely tiny office. And also the bedroom, it’s so gorgeous! How about you?
imágenes: LLI Design
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