Lo prometido es deuda. Después de transformar la pared de nuestra sala con pintura y esténcil, había que compartir no sólo los resultados, sino también la experiencia de hacerlo –paso por paso.
Pintar las paredes con esténcil (o stencil) es una de las maneras más económicas de transformar un muro o superficie. En general, puedo decir que es fácil, sin embargo, sí tiene su chiste y requiere de paciencia. La velocidad con que pintes depende del modelo de esténcil que uses (hay unos en los que no se pinta tanto, otros, como el mío, en los que pintas mucho) y por supuesto, del área que vayas a pintar (en mi caso fue mucha) 🙂
Empezamos con los materiales que se necesitan:
Adicional a estos materiales necesitarás charola para pintura (también puedes usar platos o tapaderas), trapos para limpiar, jabón y pinceles.
Antes de empezar:
Es necesario que tu pared esté lista, es decir, debidamente pintada con el color que quieras que quede de base (deja secar por al menos 24 horas antes de usar el esténcil sobre ella). Además, te recomiendo hacer algunas pruebas con el esténcil antes de usarlo en su lugar final. Puedes practicar en algún muro (de la cochera o el patio, por ejemplo), o incluso en un cartón (una caja de pizza puede servir). Practica tu técnica y cerciórate de que la combinación de colores te gusta antes de pintar tu pared.
El primer paso es encintar tus paredes con cinta azul. No uses cinta regular porque despega la pintura de la pared. Este paso es importante para principiantes, para que no se vayan a pintar los otros muros o techo, sin embargo, si eres de l@s que tienen mucho cuidado, puedes pintar sin encintar. Yo empecé usando la cinta pero en la segunda mitad preferí no hacerlo porque la cinta azul también a veces despega la pintura de la pared (a mí me lo hizo!), especialmente cuando la dejas varios días puesta. En la segunda mitad tuve mucho cuidado de no pintar las otras paredes ni el techo y si acaso me pasaba, rápido pasaba un trapo húmedo, retiraba la pintura y listo.
El segundo paso es acomodar tu esténcil. Lo recomendable es empezar por la parte superior izquierda, sin embargo esto también depende del modelo de esténcil que uses y de la dimensión del muro, por ejemplo, en algunas ocasiones conviene hacer los cálculos para que el diseño quede centrado a tu pared. En mi caso, calculé que dadas las dimensiones de mi muro y el tamaño de las estrellas, podía empezar por la izquierda y no había problema. Algo muy importante al acomodar tu esténcil es usar un nivelador. No te dejes llevar por la inclinación del techo o la pared, ya que muchas veces no están rectos. Para fijarlo al muro, usa cinta azul.
NOTA: Si eres principiante, te recomiendo ampliamente usar spray reposicionable al pintar con tu stencil. De esa manera, el stencil queda fijo a la pared, y no se levanta ninguna esquinita, de tal manera que la pintura no se “mete” en lugares no deseados. 😉
El tercer paso es pintar con el rodillo (recuerda, de alta densidad y esquinas redondeadas). La clave para pintar con esténciles es no usar mucha pintura. Para ello, coloca una pequeña cantidad de pintura en tu charola, plato o tapadera, pasa el rodillo unas 3 o 4 veces y ruédalo sobre otra tapadera o papel absorvente para quitar el exceso. Si usas mucha pintura, se mete dentro stencil, de manera que las orillas no te quedan prolijas, sino irregulares.
Recuerda, como usarás poca pintura, tendrás que dar varias pasadas del rodillo sobre el esténcil. Pasa el rodillo con una presión ligera. A mí me sirvió mucho haber practicado sobre otro muro, precisamente para entender cuánta pintura necesitaba, qué tanta presión había que poner y cuántas pasadas de rodillo se necesitaban.
El cuarto paso es levantar el stencil y disfrutar los resultados 😀
Puedes de hecho, levantar el stencil de una esquinita cuando empiezas a pintar, para verificar que todo vaya bien, y luego regresarlo a su lugar con cuidado para terminar de pintar.
Estos son los pasos básicos para pintar con stencil. Ahora bien, ¿qué pasa con los diseños que son continuos (como el mío)? ¿Cómo se hace para que se traslapen las figuras?
La mayoría de los esténciles tienen marcas de registro que se tienen que sobreponer a lo que ya hayas pintado. De esa manera, el diseño se continúa. 😉 Mi recomendación: aunque uses las marcas de registro, SIEMPRE nivela tu esténcil con el nivelador. Así el diseño siempre te cuadrará 😉 Generalmente no es necesario esperar a que seque la pintura antes de sobreponer el esténcil para pintar nuevamente ya que las capas son tan delgadas que la pintura se secará casi en cuanto termines. De cualquier manera te recomiendo tocar ligeramente para asegurarte que esté seco.
Ahora hablemos de los detalles…
Pintar las esquinas puede parecer complicado, pero en realidad es muy sencillo. Lo único que debes hacer es doblar tu stencil al acomodarlo (en las esquinas el spray reposicionable y las cintas son particularmente útiles).
Hay marcas de esténciles que tienen un esténcil adicional para la parte superior (¿recuerdas que empezamos por arriba?) Como puedes ver, sobreponerlo es muy fácil. Dobla la orilla sobre el techo, pega muy bien para que no te dé problemas, y ¡a pintar!
De la misma manera, este esténcil para las orillas superiores se dobla en la esquina. Como puedes ver, debido a que está tan doblado, algunas partes tienden a levantarse, así que nuevamente es muy útil usar spray reposicionable y cinta.
Hay detalles que tendrás que completar con pincel y a trazo libre, como por ejemplo, en donde hay contactos.
Consideraciones finales:
Aún con poca pintura y usando spray reposicionable, algunas veces la pintura se te pasará por debajo del stencil, sin embargo, son detalles que no son visibles a un metro de distancia. Recuerda que se trata de un trabajo artesanal –no es un papel tapiz. Aquellos detalles que sean muy visibles pueden ser corregidos con un pincel delgado.
No es necesario limpiar el esténcil cada vez que lo reposicionas. Normalmente la pintura se seca tan pronto como lo retiras (ya que se usa poca pintura). Sin embargo, mano a mano, eventualmente al esténcil se le formará una capa gruesa de pintura. Cuando dicha capa comprometa el diseño (en mi caso, las líneas blancas se empezaban a ver más gruesas), es momento de limpiarlo. Para ello, puede hacer dos cosas: 1. ponerlo en una bandeja lisa bajo el chorro de agua y lavarlo con una esponja o cepillo suave o 2. esperar a que seque bien y descarapelar (o retirar la capa) con mucho cuidado.
Si vas a pintar una pared grande, probablemente tengas que lavar tu esténcil 4 o 5 veces. En ese caso, y si puedes, te recomiendo comprar dos esténciles o más, para que no pierdas demasiado tiempo limpiándolo.
Después de tanta explicación, ¡me parece que ya es todo! ¡Llego el momento de disfrutar tu creación!
Espero que este tutorial te sirva y te inspire a crear y a transformar muchas superficies en tu casa. 😉
Da click aquí para que puedas ver cómo transformamos nuestra pared de sala con este modelo de esténcil de Royal Design Studio.
Si tuvieras dudas o inquietudes, no dudes en ponerte en contacto conmigo. 😉
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